La atención, que en este último tiempo ha estado dirigida en gran medida a población de reciente ingreso, ha dado cuenta de pedidos por atención médica tras la falta en la asignación de turnos en los hospitales públicos o asignaciones con periodos muy largos en el tiempo.
En varios casos, el acceso a la salud, implica barreras diferenciales para algunos flujos migratorios, entre ellos venezolanos, peruanos, haitianos, africanos y dominicanos. En este sentido, esperamos que la Jornada pueda beneficiar a personas con vulnerabilidad, atendiendo a necesidades identificadas.
Las mayores dificultades que presentan están relacionadas a controles médicos pediátricos y ginecológicos. Justifican la postergación de los mismos, por factores propios de la trayectoria migratoria, la falta de un empadronamiento o la necesidad de garantizar aspectos relacionados con la supervivencia del día a día.
La intención es brindar educación integral y promoción de la salud a población migrante y refugiada, a través de la colaboración de diferentes docentes profesionales de la salud (Médicos pediátricos, Médico ginecólogos, Médico clínico, Lic. en fonoaudiología, Lic. en Nutrición), el área social del Servicio Jesuita a Migrantes en CABA y alumnos de cuarto año de la Facultad de Medicina.